martes, 24 de septiembre de 2013

Villa Jovis.Capri.Italia.Segunda Parte



Lamentablemente no queda ninguna imagen romana de como era realmente Villa Jovis, pero sobre el terreno el palacio de Tiberio era impresionante. Por la planta que aparece en la imagen tomada de uno de los paneles explicativos el conjunto era enorme. 
Aquí vivían miles de personas así que la logística desplegada en la zona tenía que ser muy importante. Se necesitaban muchos alimentos, mucha agua y además el Emperador necesitaba una guarnición militar que mantuviera su seguridad.




El principal problema que se les debió presentar a los ingenieros y arquitectos romanos fue llevar el agua hasta aquí. Con un acueducto era prácticamente imposible por la elevación del terreno. 
Es una zona apartada , de acceso complicado, así que no tuvieron otra solución que construir unas enormes cisternas que recogían todo el agua posible de la lluvia. Las cisternas están en la base del conjunto. No olvidemos que es una construcción en terrazas, aprovechando la elevación del terreno.

Cisterna.







Avekrénides piensa en las miles y miles de personas que aquí trabajaron construyendo este enorme palacio imperial. Casi todos eran esclavos, claro, la mano de obra en Roma era muy barata. Pero también tuvieron que trabajar muchos artistas, seguramente la flor y nata del Imperio que hoy en día son anónimos: pintores, escultores,arquitectos etc. De la decoración no queda nada, no hay mármoles, ni pinturas, ni esculturas, ni sus increíbles mosaicos. Todo perdido, supongo que reutilizado por ahí, en algún museo o en colecciones privadas.
Suetonio dice que Tiberio se corría aquí unas orgías de padre y señor mío, esto no se sabrá con certeza, aunque es normal que así ocurriera teniendo en cuenta como se tomaban el sexo los romanos, pero lo que si está claro es que se vino aquí por algún motivo importante y elegió un lugar tranquilo, de difícil acceso y fácil de controlar en cuanto a su seguridad .
A este lugar sólo se puede acceder a pie, imposible desde el mar. Con lo cual el Emperador también se movería de igual manera así que la paliza para sus esclavos estaba garantizada. Avekrénides no cree que movieran al Emperador a hombros por aquí, es más fácil que se desplazara en alguna carroza fuertemente custodiada.







Como se puede apreciar el paisaje es hermoso desde Villa Jovis, no eran tontos estos romanos no , desde luego que no, la vida para los ricos debía de ser muy placentera. Por supuesto había termas y bastante grandes. Si hay algo que defina a la cultura romana son las termas. Eran gente limpia y saludable para esto no ahorraban en gastos y en cualquier yacimiento romano hay unas, hasta en el más humilde, así que aquí que vivía el Emperador imaginaos como eran. No queda mucho de ellas solo los cimientos pero valen para hacernos una idea.

Zona de las termas.

Por cierto que ese edificio que se ve en la foto no es romano, lo sorprendente es que coronando la antigua villa y presidiendo el escenario hay una iglesia, una pequeña ermita dedicada a Santa María del Soccorso. Cosas que tiene la Historia.



El recorrido no es muy largo, hay que hacerlo despacio se pasa calor y casi todo es subiendo, pero claro es incomparable. Seguramente disfrutareis más en Pompeya y Herculano porque los edificios están mucho mejor conservados , pero si vais a Capri no perdéis nada subiendo hasta aquí, este lugar es digno de todo un Emperador romano.



Y cuando iniciéis el descenso hacia Capri seguramente estaréis cansados y sedientos, por eso Avekrénides os recomienda un alto en el camino para disfrutar de la terraza del bar Jovis. Disfrutamos de una buenísima limonada y de un rato agradable y bien merecido. No es caro y la familia que lo lleva es muy amable.





miércoles, 11 de septiembre de 2013

Villa Iovis. Capri. Italia. Primera parte.



Villa Iovis es una joya escondida en la isla de Capri. Está situada en el ángulo nordeste coronando el monte Tiberio y no es lo más visitado por los turistas. El acceso solo se puede hacer a pie desde Capri y no es fácil, es recomendable estar en buena forma física  porque el calor y 3 ó 4 kilómetros de constante subida hacen que llegar allí sea una pequeña conquista. Imprescindible una botella de agua y poco poco peso.

Aquí vivió la última parte de su vida el Emperador Tiberio, desde aquí dirigía el Imperio así que en la Antigüedad era un lugar muy importante. Hay que reconocer que Tiberio tenía buen gusto para vivir tan alejado de Roma.
Avekrénides y su "banda" llegaron a Capri en el aliscafo desde Nápoles, la duración del viaje en barco es de unos 45 minutos y te deja en Marina Grande. Una vez en el puerto lo más recomendable es coger el funicular que te sube a Capri ciudad. El camino desde aquí está más o menos bien indicado hay que atravesar varias calles estrechas abarrotadas de turistas y tiendas pero una vez en las afueras, créanme que la cosa cambia bastante.




Paso a paso Avekrénides va completando su camino. Calor mucho calor y cientos de chicharras que suenan al unísono y te acompañan en plena naturaleza. La vía está asfaltada y no hay tráfico, solo algunos pequeños vehículos eléctricos. Algunos turistas van quedando por el camino, se sientan buscando la sombra y descansan, beben agua y se preguntan, ¿Pero aún no acaba esto?¿Dónde está Villa Iovis?
Hay que tomarlo con calma disfrutar de lo que Capri te ofrece y tomar fotos. Hay muy buenas vistas y muy buenas villas que contemplar , desde el exterior claro. No todo el mundo puede tener una villa en Capri.






Si has llegado arriba, tranquilo, probablemente no te quede una gota de líquido en el cuerpo, pero tómate un agua bien fría junto al edificio donde venden los tickets. Por cierto, la entrada cuesta 2 euros no es nada cara. Pero sólo se puede visitar en verano.  

domingo, 1 de septiembre de 2013

Restaurante Lo Sfizio. Capri. Italia.


Hoy Avekrénides os va a hablar de un buen restaurante donde comió hace unos días con sus amigos. Es el ristorante Lo Sfizio y claro os preguntareis ¿ Y dónde está este buen restaurante?. Está en la isla de Capri concretamente hacia el Nordeste como aparece en la imagen siguiente que tomo prestada de su web.


Concretamente está en el número 7 de la Via Tiberio, más bien en las afueras y en la ruta para visitar una de las joyas de Capri, Villa Iobis. Capri es una isla maravillosa pero cara ,muy cara ,llena de turistas por todos los lados y de gente selecta que tiene aquí sus villas y sus yates. La crisis no existe en Capri , al menos en apariencia. Este restaurante tiene una buena carta pero nos decantamos por el atractivo menú turístico mucho más ajustado a nuestro presupuesto. Dispone de una terraza, pero el calor en Capri en agosto y más a la hora de comer es muy alto, así que optamos por hacerlo en el interior climatizado para nosotros más acojedor.



En el  menú turístico se puede elegir entre tres primeros, tres segundos y para finalizar café, helado o limoncello. Su precio es de 16 euros más IVA y las bebidas aparte que para Capri es un precio interesante.
Avekrénides y sus acompañantes coincidieron en los platos elegidos y en cuanto a las bebidas elegimos acqua frizzante muy buena y digestiva sobre todo después de la mañana en Villa Iobis.
La elección de Avekrénides fue:

                     Primer plato "Risotto ai frutti di mare"


El arroz estaba en su punto, recién hecho, muy bien de sabor , buena presentación y con muchos frutos del mar como veis en la foto. Dimos cumplida cuenta de ella.

                     Segundo plato " Frittura di mare "


Como veis en la foto plato formado por calamares, gambas, rúcula, limón y como acompañamiento unas patatas fritas. El servicio entre plato y plato fue rápido teniendo en cuenta que la frittura estaba también recién hecha. Un plato rico, rico y muy mediterráneo.
De postre Avekrénides no quería otra cosa que limoncello, muy frío y que en esta parte de Italia es exquisito y además era de producción local .

En opinión de Avekrénides este restaurante merece las tres estrellas Miguelín, tanto por su relación calidad precio, por la atención recibida y el lugar donde se encuentra que no nos olvidemos es Capri una isla paradisíaca.