domingo, 26 de octubre de 2014

Quinta da Regaleira. Sintra.



Pozo Iniciático.


Entrada a la Quinta.

La Quinta da Regaleira es un buen pretexto para viajar a Portugal. Pero primero situémonos geográficamente. ¿ Dónde queda esta joya que a Avekrénides tanto le gustó visitar ?






Pues efectivamente está en ese maravilloso paraje que constituye Sintra, un lugar en donde cultura y naturaleza se unen de una manera increíble. Situada al Norte de Lisboa, a unos 40 kilómetros, el acceso con el tren de cercanías es el más barato, incluso es gratuito si disponéis de la tarjeta Lisboa Card.
La Quinta está declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, hay que pagar entrada pero no es nada cara y junto con el ticket os darán un pequeño mapa de todo el conjunto.
Es recomendable llevar una pequeña linterna o bien aprovechar la aplicación del móvil para circular por las galerías del lado oscuro.



Todo el conjunto ocupa unas 4 Ha y comprende un palacio, una pequeña iglesia, lagos, jardines, enigmáticas grutas y mucho, pero mucho misterio.
La Quinta tal y como la conocemos hoy en día es obra de un rico millonario llamado Antonio Augusto Carvalho Monteiro, quien en 1892 la compró a los barones de Regaleira.
Para llevar a cabo sus planes contrató al arquitecto italiano Luigi Manini. El resultado es una mezcla total de estilos pues hay toques de románico, gótico y hasta manuelino. Las obras se terminaron en 1910. En 1997 el Ayuntamiento de Sintra compró la finca, la rehabilitó y la abrió al público.

Interior del castillo.



No hay duda de que al adinerado Carvalho Monteiro le gustaba vivir como un rey en su propio castillo. Todo el conjunto tiene mucho que ver con la masonería y los templarios.
Justo al lado del castillo, a unos escasos metros está la capilla o pequeña iglesia dedicada a la Santísima Trinidad. 



La capilla tiene un mosaico de la Virgen con colores alquímicos blanco, rojo y azul. Las vidrieras también son alegóricas con claras referencias al triángulo templario y la Trinidad.
A la derecha hay unas escaleras que llevan al piso inferior en donde hay un pequeño altar y una puerta que comunica con el camino que lleva a los jardines.
Hay otras construcciones interesantes como la Torre de Regaleira. 


Los jardines son más paganos, con hermosas fuentes, esculturas e incluso un gran lago con patos.




Es justamente en estos jardines en donde se encuentran sus famosas grutas. Un camino iniciático muy interesante y divertido que en ningún caso hay que perderse.


Aquí comienza el camino que nos lleva de la oscuridad a la luz. Fijense en los dos dragones que guardan la entrada, muy simbólicos. Comienza el laberinto, recuerden la linterna, los dos pozos el iniciático y el imperfecto, las cruces templarias, las escaleras de caracol, que maravilla. Un 10 a sus constructores, sabían muy bien lo que hacían.



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