domingo, 28 de septiembre de 2014

Una Ginjihna por favor.





Si hay algún sabor que defina a Lisboa, sin duda, es el delicioso toque de licor de la Ginjinha. Avekrénides la pudo degustar de lleno , como lo hacen los lisboetas, en la calle.
La Ginjihna es un licor de guindas, un poco fuerte todo hay que decirlo, pero que ningún trotamundos que pase por Lisboa puede dejar de probarlo.
Hay muchos establecimientos que os servirán el licor, pero no todos son igual de buenos. Avekrénides os presenta sus dos favoritos.

Comenzaremos con A Ginjihna Sem Rival.





Es un establecimiento muy pequeño situado en la calle Rua Portas de Santo Antäo nº 7. Muy cerca de la Iglesia quemada y del otro establecimiento del que hablaremos luego. El licor lo sirven en vasos pequeños de plástico, estilo chupito, y cuestan un poco más de un euro. Excelente su Ginjihna.


Pero aquí lo que realmente deslumbró a Avekrénides es el otro licor que venden el Eduardino.
 Es un licor con la misma base que la Ginjihna pero con anís y una serie de componentes que son secretos. Todo ello dan un espirituoso dulce y riquísimo. No hay que olvidar que es el licor de los artistas.

Continuamos con el segundo establecimiento favorito de Avekrénides que no es otro que A Ginjihna.



A Ginjihna está situado a la derecha del Teatro Nacional y muy cerca de la Iglesia de Santo Domingo (Iglesia quemada) así que más céntrico imposible. Presume de ser el lugar de origen de este delicioso brebaje.
El sistema es el mismo, chupito de plástico y a tomar en la calle, realmente el bar no es más que un mostrador y un camarero sirviendo sin parar.
Avekrénides tuvo suerte porque le calleron una multitud de guindas en el licor y aquello estaba buenísimo ahora que pegaba lo suyo.
Les aseguro que después de probar estos ricos licores, los paseos por la noche lisboeta son más bohemios y placenteros.




jueves, 25 de septiembre de 2014

Monedas griegas antiguas. Colección C.Gubelkian.Lisboa





Una de las colecciones preferidas del gran Calouste Gulbenkian , fueron sus monedas griegas antiguas. La verdad no me extraña, vaya ejemplares numismáticos, muchas de ellas a flor de cuño y sólo vistas en los libros de los especialistas.










Gulbenkian comenzó a coleccionar monedas griegas antiguas desde que era un niño y las compraba en el Gran Bazar de Estambul, hoy en día se puede decir que es la más completa del mundo. Avekrénides y su inseparable Nikon, tienen el gusto de mostrárselas y si es un aficionad@ a la numismática antigua seguro que disfrutará viendo estas fotografías.



Fantásticos áureos, dracmas, tetradracmas , todas talladas a mano, la calidad artística es de otro mundo es sin duda otro concepto del dinero, como todo lo griego es puro arte ni siquiera el dinero es vulgar.


El mundo griego abarca desde el 600 a.c. hasta la dominación romana en el siglo I a.c. Los diferentes estilos artísticos, arcáico, clásico , las impresionantes helenísticas. Todas las póleis griegas acuñaron su moneda, era su símbolo de identidad. si uno encontraba una lechuza en una moneda, sabía que era de Atenas.





Sin prisa, no tenemos prisa y tomemos una ginjinha mientras paladeamos la belleza. Si esto amigo lector no le gusta, pase por otros blogs menos selectos. Este es el rincón del buen gourmet.








lunes, 15 de septiembre de 2014

Un paseo matinal.




Hoy Abrekrénides decidió dar un paseo matinal acompañado de su inseparable Nikon, con un objetivo simple 18-55 vr, pequeño y de poco peso , pues con los años se ha pasado a la comodidad y a no ir cargado como un burro con excesivo material fotográfico.



Es increíble la de pequeña naturaleza que podemos fotografiar prácticamente al lado de nuestras casas y que convierten nuestro paseo mañanero en una agradable sesión fotográfica. Pequeñas aves, insectos, flores variadas componen este universo natural que en ningún caso conviene desperdiciar.




Naturalmente Avekrénides dedica este post especialmente a su mujer porque es su florecilla más preciada.

jueves, 11 de septiembre de 2014

René Lalique en el Museo Gulbenkian. Lisboa.


Como ya comentó Avekrénides en uno de sus anteriores post, el Museo Gulbenkian de Lisboa expone verdaderas maravillas artísticas y nunca mejor dicho, porque hoy presentamos unas cuantas obras de arte del famoso artista francés René Lalique.




Lalique (1860-1945) fue el introductor de l'Art Nouveau en la joyería y orfebrería. Calouste Gulbenkian era amigo personal y un gran admirador del artista francés por ello se puede decir que la colección de Lisboa es la más importante que hay en el mundo.
Joyas, frascos de perfumes, jarrones, pequeñas esculturas, dibujos ... Todo un mundo de arte modernista al alcance de nuestra vista. Curiosamente es la última sala que se puede visitar en este maravilloso museo. Es el perfecto colofón.

Creatividad e imaginación es lo que caracterizan la obra de Lalique,como su famosa libélula, esta obra única, espectacular que causó sensación en la Exposición Universal de París en 1900. Lo bello y lo horrible en una misma joya, es como la vida misma. Oro con esmaltes verdes, una obra maestra que te deja con la boca abierta. Avekrénides siente que sus fotografías no le hagan justicia.




Este broche " Pavo real " es otra pieza emblemática de Lalique, con líneas onduladas y el ave aislada y resaltada.











Bueno, bueno, esto para Avekrénides es arte y no los esperpentos que se pueden ver en ciertos museos.







Lalique dominaba también la técnica del vidrio, de hecho fue el primero en considerar los frascos de perfume como auténticas obras de arte. También sus jarrones de vidrio soplado son prodigiosos, aquí os dejamos unas cuantas muestras.




Y para finalizar este post " artístico " reseñar estas frases de Calouste Gulbenkian que aparecen a la salida de su museo en Lisboa y que nos ayudarán a entender la pasión de este magnate por coleccionar obras de arte.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Laborando en la calle.







Estas instantáneas fueron tomadas por Avekrénides en Lisboa, pero podría haber sido cualquier ciudad del mundo pues hay millones de personas que se ganan la vida honradamente trabajando en la calle.
Suelen ser músicos, fotógrafos, mimos, pintores e incluso simples limpiabotas. Todos los oficios son buenos y dignos. Los humanos necesitamos trabajar para vivir y la fotografía es fiel a la realidad. Es lo que nos encontramos cualquier día allí en nuestras calles.