jueves, 26 de marzo de 2015

IGLESIA DE SAN ROQUE. LISBOA.


Paseando por el Barrio Alto de Lisboa, Avekrénides se dio de bruces con esta iglesia de portada blanca anodina, muy poco artística y que no invitaba a entrar. Sin embargo, llevado por su instinto aventurero decidió traspasar el umbral.


El interior de la Iglesia de San Roque es una auténtica obra maestra. Es un templo que se terminó de construir en 1574, de una sola nave y cubierto por un impresionante techo de madera decorado por hermosas pinturas.




La iglesia tiene dos pisos, en el segundo unos grandes ventanales crean el juego de claroscuros típico del Manierismo.
La zona donde se construyó quedaba extramuros de la ciudad y junto a un cementerio de los enfermos de peste.
San Roque es un santo con una gran devoción en todo el mundo cristiano por sus milagros con los enfermos y su protección especial contra la peste.


Fue una de las primeras iglesias de los jesuitas y cuando éstos fueron expulsados de Portugal pasó a depender de la Santa Casa de Misericordia de Lisboa.

En sus laterales tiene 8 capillas ricamente decoradas, con muchos dorados, tallas de madera, mármoles, azulejos.




La más vistosa es la capilla de San Juan Bautista, muy relacionada con la Corona portuguesa, con abundantes piedras preciosas, marfiles, bronces ...
La decoración es muy recargada, pero es la que imperaba en la época y sobresale la gran profusión de dorados.

A los dos lados del altar mayor hay un par de grandes vitrinas que recogen los exvotos que los fieles llevan a San Roque en prueba de su devoción e intervención en sus curaciones.


Es una pequeña joya lisboeta que se puede encontrar en Largo Trinidade Coelho, una visita que recomendamos desde el aclamado Mundo de Avekrénides.

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