sábado, 27 de junio de 2015

VINUM CAROENUM. VINO ROMANO DE CARIÑENA.



IN VINO VERITAS




Hoy estamos dispuestos a catar el tercer " arqueovino " que probamos en Tarraco Viva. Es el Caroenum un vino muy popular en el Imperio Romano y de una elaboración más compleja que los anteriores.
Los romanos eran muy aficionados a reducir el vino (cocerlo) y luego añadirle condimentos al gusto.

El Defrutum se hacia reduciendo el vino a la mitad, aunque hay quien opina que lo que se reducía era el mosto. En cambio el Caroenum se hacía reduciendo el vino a un tercio.


Nuestro Caroenum de Cariñena ha sido producido en la Cella Vinaria Sermonae  por nuestros amigos Benito y Pilar siguiendo las indicaciones del sabio romano gaditano Columella.
Para que se hagan una idea de lo que era una Cella Vinaria he tomado prestada de Internet esta foto que es bastante explicativa.



Eran explotaciones agrarias en donde se llevaba a cabo toda la producción del vino. El sistema romano practicamente ha pervivido hasta nuestros días. Se recolectaban las uvas, se prensaban a pie y el mosto se introducía en dolias, grandes recipientes que se enterraban en el suelo para que el vino fermentara.
Después el vino se pasaba a las ánforas y era trasladado en carros hasta el punto de venta. A groso modo así era el proceso.


Avekrénides Kata.

El Caroenum se presenta en botella de 50 cl. y en su etiqueta reproduce la cabeza de Augusto encontrada en Turiaso (Tarazona) y conservada en el Museo de Zaragoza, de nuevo un guiño al primer emperador romano.

Como pone en su etiqueta posterior, durante su fermentación se le añadió mosto reducido a un tercio.
Es un vino blanco, joven de uva Macabeo al que se le han añadido además del mosto, alholva, manzana y raíz de lirio.

Abrimos la botella y como dice un buen amigo - Este vino huele a bodega. El corcho  desprende un olor intenso a fruta madura.
En la copa la lágrima corre viva por el vidrio. Presenta un color ámbar oscuro, denso. Estamos ante un vino complejo.

En boca, de nuevo nos sorprende, sabor intenso y afrutado, nada que ver con algo que hayamos probado antes. Fruta, flores, bodega, equilibrio y al final una suave acidez.

Bueno, pero que muy bueno, para tomar frío estos días de verano acompañando una buena ensalada, unos aperitivos o como es en nuestro caso los ciudadanos romanos unas tapas a la romana.
Su precio , 7 euros, hace que este lujo romano sea bastante asequible. Lo difícil es encontrar una botella, por su elaboración artesanal.

En el vino siempre está la verdad, es algo para compartir, para disfrutar, uno de los placeres de la vida. 

Al dios Baco.

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